75 Poemas tristes
He de olvidar el sueño más dulce
He de olvidar el sueño más dulce
Al ver que tus anhelos me han desdeñado
Al sentir el néctar de tus labios ser saboreado
Mientras en tinieblas tu silueta se trasluce
He de olvidar el sueño más dulce
Aunque quede en mí tú embriagador aroma
Aunque quede sin tu luz en la oscuridad que colma
Oprimiendo un sufrir que a la locura conduce.
En el profundo y abismal olvido
Rememoro la luz que no aprecie a tu lado
Reviviendo esos besos que has de haber enterrado
Impotente tratando de arrastrar hacia mí el pasado.
Andando sin rumbo aparente
Rogando por un segundo de gozo
Donde mi dolor por tu belleza sea calmado
Y con un suspiro me libres ¡Oh alma benevolente!
El pesar del tiempo cae sin demora alguna
Partiendo la memoria en innumerables pedazos
Como polvo que en el viento plasma sus trazos
Así recuerdo ahora mi cordura tan lejana.
Sintiendo tu piel como un vestigio
De lo que fue alguna vez nuestra felicidad oculta
Aquel enredo que negaras fielmente devota
Tratando de borra la memoria, perderla cual naufragio.
Me has negado tu calor en esta fría noche
Mientras él duerme aferrado a tu palpitante fuego
Me has dejado a la deriva perdido y ciego
Mientras él vive de tu amor y el derroche.
Si tan solo pudiese regresar a esos ojos verdes
Con profundas y almendradas lagunas
Mientras nuestros labios bailan al filo de las copas
Y mis manos persiguen las tuyas incansables.
...
Triste soledad que me acompaña.
Terrible oscuridad que asfixia la
quietud de mis entrañas.
Sollozos momentos que se han enmarcados.
Nostálgicos sentimientos que fueron engañados.
Anhelos que se pierden en la monotonía
Donde la felicidad no tiene cabida.
Escasos recuerdos encanecidos.
Pobre amor que navega en el olvido.
Vida lúgubre enmascarada
Aún tienes complejo de llamarada.
Es hora de salir de este vacío
De dejar de sentir que no has existido.
AQUELLA VEDETTE
Enviado por doblezeroo Seguir
******
La presencia de una rosa escondían tus pasos
y tus ojos, pasando como una flecha lenta entre la brisa,
manejaban la pasión nocturna de los zafiros rasgados
con que las gatas sensuales conquistan los tejados
mientras un sexo insufrible brilla en sus pupilas.
Cierras la función en el eco de tres palmas sordas sin falsetas
y recoges la llave de tu joyero oxidado
donde guardabas, junto a la jeringuilla,
las fantasías que ya no recuerdas de una joven estrella
que encerraste soñadora en tu cartel de la Gran Vía.
Querías ser vedette, de las que no tocan el cigarro,
pero lanzan corazones de humo que nadie puede recoger
al par que coleccionan suspiros entre barras con saliva
deambulando en camerinos de maquillaje y tabaco.
Querías ser vedette y te quedaste en heroína.
Pero una noche te marchaste con la esquina
como un baúl de la Revista destartalado
en el vagón humeante de un tren de mercancías
con un collar sin escote, un perfume sin aroma
un anillo sin compasión, un rostro sin caricias
una historia sin poemas, un retrato sin memoria,
un beso sin alma.
Alguien reconoció en la acera tu cuerpo disecado,
cuentan que aun desprendía el olor a primavera
de las fantasías de una niña adolescente.
*****
ESPEJO
Soy de plata y exacto. Sin prejuicios.
Y cuanto veo trago sin tardanza
tal y como es, intacto de amor u odio.
No soy cruel, solamente veraz:
ojo cuadrangular de un diosecillo.
En la pared opuesta paso el tiempo
meditando: rosa, moteada. Tanto ha que la miro
que es parte de mi corazón. Pero se mueve.
Rostros y oscuridad nos separan
sin cesar. Ahora soy un lago. Ciérnese
sobre mí una mujer, busca mi alcance.
Vuélvese a esos falaces, las luciérnagas
de la luna. Su espalda veo, fielmente
la reflejo. Ella me paga con lágrimas
y ademanes. Le importa. Ella va y viene.
Su rostro con la noche sustituye
las mañanas. Me ahogó niña y vieja
NO ES EL AMOR QUIEN MUERE...
No es el amor quien muere,
somos nosotros mismos.
Inocencia primera
Abolida en deseo,
Olvido de sí mismo en otro olvido,
Ramas entrelazadas,
¿Por qué vivir si desaparecéis un día?
Sólo vive quien mira
Siempre ante sí los ojos de su aurora,
Sólo vive quien besa
Aquel cuerpo de ángel que el amor levantara.
Fantasmas de la pena,
A lo lejos, los otros,
Los que ese amor perdieron,
Como un recuerdo en sueños,
Recorriendo las tumbas
Otro vacío estrechan.
Por allá van y gimen,
Muertos en pie, vidas tras de la piedra,
Golpeando la impotencia,
Arañando la sombra
Con inútil ternura.
No, no es el amor quien muere.
AUSENCIA DE DIOS
Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.
Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.
Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía.
Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala,
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.
Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.
A MI HERMANO
Un día, si no fuera siempre huyendo,
me sentaré en tu tumba con agudo
dolor, ¡oh hermano de mi amor!, gimiendo
que tan joven hallaras fin tan crudo.
Sola hoy la Madre, lágrimas vertiendo,
habla de mí con tu cadáver mudo;
mas yo ambos brazos vanamente os tiendo
y de lejos mi dulce hogar saludo.
Siento tus mismos males torticeros,
y al puerto pido paz do te acogiste,
ya fatigado de estos mares fieros.
Es la última esperanza que me asiste;
¡siquiera mis huesos, píos extranjeros,
volved al pecho de la madre triste!
PLAÇA DE BLASCO DE GARAY
Mi casa necesita una mujer
que llene de canciones sus paredes
y complete mi cama por la noche.
Un cuerpo que discurra en torno mío.
Una voz que responda si digo algo.
Yo no tengo el dinero de los otros;
no sé tampoco hablar como los otros,
ni tengo la apostura de los otros.
Por eso necesito una mujer
que oculte mi tristeza entre sus brazos.
EL DIAMANTE
El pensamiento no puede triturarse.
La gran maza se abate en vano.
La verdad no se desmembra nunca;
Su armazón permanece.
Los dientes de entrelazados engranajes
Giran lentamente en la noche,
Pero la verdadera sustancia resiste
Al peso del martillo.
La presión no puede romper
Un centro tan congelado;
La herramienta no arranca ni una astilla;
El núcleo queda sellado.
WATER STREET
El mundo nos resulta ajeno, inhóspito.
Debiera ser destruido por completo.
Construir un mundo nuevo sin sus ruinas.
Y estrenar una vida diferente.
Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo
tampoco hallarán propio nuevos hombres..
También ellos querrán un mundo nuevo.
Mejor fuera destruirlo y no hacer otro.
Desde el 41 hasta el 50 de un total de 75 Poemas tristes